La obra “Sobremesa. Experiencias culinarias locales” de Natascha De Cortillas honra la tradición de la sobremesa, un espacio para compartir y digerir tanto los alimentos como las conversaciones. Este ritual cuidado y celebrado invita a disfrutar de los vaivenes y la comodidad de un lugar de confianza, donde los restos de comida, los utensilios usados y las voces alzadas son bienvenidos.
“Sobremesa” ofrece una profunda reflexión sobre la importancia de las reuniones familiares y sociales, funcionando como un bajativo colectivo esencial para revitalizar el ánimo y promover diálogos significativos sobre nuestras costumbres alimentarias. La obra plantea interrogantes como: ¿Qué comemos y por qué? ¿Qué recuerdos evocan los alimentos? ¿Son los alimentos de hoy en día una declaración política? ¿Es el acto de compartir la comida un gesto democrático?
Te invitamos a sumergirte en esta experiencia rica y contemplativa que destaca la importancia de la cocina popular y refuerza los lazos afectivos en torno a la mesa. No te pierdas esta oportunidad de participar en una exposición que celebra la unión y la reflexión a través de la cultura culinaria.
Artista Visual: Natascha de Cortillas / Curadora: Violeta Chiang / Texto Teórico: Loreto González Barra / Productor: Patricio Soto / Estrategia de RRSS: Andrea Olea / Prensa: Denisse Leighton / Registro fotográfico: Marcos Saavedra
La sobremesa es aquella tradición por mantener vivos los sabrosos vaivenes y relajos que provocan un lugar de confianza. En donde los restos de comidas, las lozas sucias, las alzadas de voz y las revueltas de energías, se encuentran conscientemente permitidas. Un reflejo de diversas satisfacciones, producto de un goce culinario y un flujo apasionado por el contacto social.
Esta obra, funciona como un bajativo colectivo, donde la participación es indispensable para recuperar los ánimos. Algo así como un escenario de descanso y reflexión en torno a anécdotas, recuerdos comunes y delicias de la vida en tiempos de fronteras. Experiencias que invitan a distorsionar la perspectiva del tiempo y perderse entre las bromas, las risas, y los silencios de quienes fluctúan como anfitriones y comensales. Natascha De Cortillas, nos convida a disfrutar de un menjunge sugerente. Se trata de un trabajo que sostiene el congelamiento de este “después de “un movimiento cotidiano, familiar y doméstico. Un proceso que procura ser nutritivo a nivel corporal-espiritual. Una manera de demandar diálogos profundos sobre nuestras rutas alimentarias ¿Qué comemos y por qué? ¿Qué memorias guardan los alimentos? ¿Son los víveres del presente un sustento político? ¿Son las raciones un gesto democrático?
“Sobremesa” nos sirve y brinda de un ejercicio para valorar la practica popular de la cocinería, así como los ingredientes que cada receta conlleva. Su dedicación y compromiso son, sin duda, una forma de interpelar las lógicas del individualismo y así, fortalecer las relaciones afectivas de quienes participan en re-uniones alrededor de una mesa.
Loreto González Barra/ Curadora de Arte
Mi práctica artísticas gira en torno a la identidad culinaria de comunidades del Biobío a partir de ejes como los conocimientos locales; la recolección como práctica de insistencia y resistencia cultural, las mujeres en su legado histórico como matriz de una vida cotidiana y la escancia intercultural como lectura de un territorio de frontera, interpelando las lógicas capitalistas como modelo de desarrollo en las comunidades y territorios locales.
Así, desde un ejercicio colaborativo y reflexivo, me interesa fortalecer las relaciones afectivas que se desprende en la construcción sociocultural de un conocimiento transdisciplinar.
Intencionado un dispositivo artístico que se presenta bajo metodologías participativas de trabajo, recuperando procesos de exploración y lenguajes de observación que no se legitiman necesariamente en el lugar exhibido, sino en el ejercicio dialógico de una práctica artística deslocalizada.
El 19 de julio, en el Museo Taller, se realizó un conversatorio en el marco de la exposición "Sobremesa. Experiencias culinarias locales" de Natascha De Cortillas. El evento fue moderado por Patricio Soto Toro, gestor cultural y productor de Galería Hifas, y contó con la participación de:
Natascha de Cortillas Diego: Artista visual de Concepción con una trayectoria en arte urbano y biopolítica culinaria. Integrante del Colectivo MESA8 y docente en la Universidad de Concepción.
Loreto González Barra: Curadora y gestora cultural de Iquique, con experiencia en proyectos locales y transdisciplinares como la Residencia REFUGIO RÍO SECO y el RUCO Festival.
Virginia Ramírez Lucero: Artista visual de Santiago, ex coordinadora de La Sala de Arte La Palmilla Oriente, enfocada en la relación entre lo doméstico y el activismo.
Durante el conversatorio, se exploraron temas como la importancia de la sobremesa en la valorización del patrimonio culinario, la resonancia de esta práctica en diversas comunidades y su capacidad para fomentar diálogos significativos sobre las costumbres alimentarias. Se discutió también la relación entre el trabajo doméstico y la cultura culinaria, y cómo estas prácticas pueden visibilizar el activismo doméstico.
Las panelistas reflexionaron sobre la memoria y el legado en los rituales domésticos, los desafíos de integrar narrativas locales en prácticas curatoriales y el impacto positivo de iniciativas artísticas que deslocalizan la producción y apreciación artística en las comunidades.
El conversatorio concluyó con una discusión sobre la importancia de la cocina y la sobremesa como espacios de resistencia cultural y social, dejando al público con reflexiones profundas sobre arte, cultura y alimentación.